El Atlético de Madrid es semifinalista de la Champions League después de 40 años. Y lo ha hecho tras un esfuerzo titánico, en un partido que ya quedará para el recuerdo de todo el imaginario colchonero. En un encuentro marcado por el tempranero gol de Koke, el Atlético cimentó su pase a semis en una defensa inexpugnable que el Barcelona nunca tuvo opciones de profanar.
El Atlético salió al partido como si le fuese la vida en ello. Tuvo Messi la primera ocasión, un tiro alto, pero a partir de ahí los rojiblancos cogieron la batuta. Presionaron como perros rabiosos, asfixiando al Barcelona e inhabilitando salidas limpias de balón. No fue casualidad que a los cinco minutos el Atleti ya estuviese por delante en el marcador.
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